La media botella, el Optimista la ve medio llena.
El Pesimista la ve medio vacía.
El Motivador piensa en cómo terminar de llenarla.
El Egoísta intenta beberse la mitad que queda.
El Asertivo pregunta quién se bebió lo que falta.
El Generoso busca a quién la pueda necesitar.
El Envidioso se interroga quién ha disfrutado ya de la mitad.
El Innovador analiza con qué la puede mezclar para completarla.
El Empático se relame como si la acabara de dejarla a la mitad.
El Ahorrador calcula cuanto le dudaría.
El Proactivo mira la fecha de caducidad antes de decidir.
El Prudente comprobará que está bien cerrada.
El Curioso la levantará para mirar el fondo de la botella.
El Luchador buscará otra media botella.
El Entusiasta indagará donde están las botellas llenas.
El Frustrado pensará que ha vuelto a llegar tarde.
El Acomplejado se pregunta para quién será esa mitad.
El Alegre celebrará la existencia de la botella.
El Espiritual ve todo un universo en la botella.
La media botella es siempre la misma media botella.
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