alguien dijo alguna vez:

“Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que paz puede haber en el silencio. Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas, sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen su historia.”

Anónimo, 1.693.

martes, 24 de julio de 2012

Libros que te cambian la vida

A todas las personas que nos gusta la lectura, tenemos ese libro (o libros) que podemos afirmar que nos cambió la vida, que nos marcó, con el que existe un antes y un después, que nos mostró una forma nueva de ver la vida o de interpretarla, que... Mientras pensaba sobre qué escribir en nuestro editorial de julio, me llegó la noticia del fallecimiento de Stephen R. Covey. De repente un pensamiento: ¿cuánto hace que leí "los 7 hábitos de la gente altamente efectiva"? Covey lo público por primera vez en 1989. No sé cuanto tardó en publicarse en España, pero a mis manos llegó en el 91. La lectura de "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva", me cambió la vida. Los 7 hábitos no es sólo uno de los libros de gestión más influyentes. Es más que un clásico de la literatura de autoayuda, de los libros de negocios... Su publicación supuso una revolución ética, no sólo para el mundo de la empresa, sino para la vida cotidiana. Los 7 hábitos contiene un sin fin de lecciones magistrales que si la persona interioriza, te conducen al cambio personal. Una transformación de la propia vida, ese es el efecto que tiene sobre la persona que consigue comprender los hábitos que propone Covey. Cuando uno entiende y aprende los 7 hábitos, una fuerza interior te empuja a aplicarlos en todos los ámbitos de tu vida, y a enseñarlos a todo aquel que te quiera escuchar. Hoy en día, son parte importante e indispensable en mis talleres de coaching. Además, el cambio es permanente, para siempre. Los principios que proclaman los 7 hábitos se propagan por todas sus páginas, revelando un concepto de vida con carácter universal como un sistema ético de comportamiento personal y colectivo. Proactividad(1) para tener la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan, para empezar con un fin en la mente(2) y dar siempre los pasos en la dirección correcta, y establecer primero lo primero(3) liberándose de la tiranía de lo urgente con la disciplina de llevar a cabo lo importante. Pensar en Ganar/Ganar(4) actuando con integridad, madurez, con mentalidad de abundancia y creando escenarios cooperativos; siempre procurar comprender primero, y después ser comprendido(5) porque cuanto más profundamente comprendamos a las otras personas, más las apreciamos, más respeto tenemos por ellas; y si mostramos comprensión y respeto seremos comprendidos y respetados. Sinergizar(6) catalizando y liberando energía en un liderazgo transformador valorando y respetando las diferencias en cooperación y confianza, haciendo que el todo sea más que la suma de las partes. Afilar la sierra(7) en una autorrenovación constante y equilibrada con un espíritu de transición en el que las personas recibimos un mundo y después lo entregamos. Somos transición. Son 7 hábitos básicos para conducirse por la vida, que representan unos principios que interiorizados se convierten en auténticos cimientos de felicidad personal y colectiva. Otros libros también me han producido el mismo efecto de cambio que los 7 hábitos de Covey. Pero eso sería cuestión de otro artículo. (puedes leer este artículo también en: www.sercompetentes.com )

martes, 19 de junio de 2012

El Coach que no sabía que era Coach

Sus amigos le preguntan y comentan con él sus decisiones importantes. Saben que siempre está ahí. Aunque después de solicitar su ayuda y hablar durante un buen rato, no se puede decir que les haya dicho algo muy importante. Pero eso sí, ahora tienen las ideas más claras sobre lo que quiere y deben hacer. Cuando tienen un cumulo de cuestiones dando vueltas y vueltas por la cabeza, él siempre le interpela con preguntas sobre que necesitan, desean y quieren realmente. Y después de la conversación, todo parece más claro, más sencillo; o al menos, no tan complicado. Estos amigos, cuando están dispersos y no se centran en lo que deberían centrarse, él le siguiere de forma sutil que deberían centrarse en lo que más les importa. Siempre recure a la pregunta: "¿esto es importante para ti? cuando tengas la respuesta, sabrás lo que hacer". Otras veces, cuando se ponen quejosos sobre su realidad, él los interpela: ¿pero esto no es lo que tu habías decidido hacer? Casi siempre te hace ver que tu situación actual no es en función de la realidad actual, sino de tus decisiones pasadas, y que lo que hagas hoy determinará tu futuro. Tú tienes el mando. Todas las cuestiones que aborda con sus amistades y compañeros, las hace ver desde el optimismo sin caer en una realidad edulcorada de positivismo ingenuo. Influye positivamente en la gente que se relaciona con él. Siempre ayuda a sacar lo mejor de cada persona con la que se relaciona. Es como un método de motivar pero sin animar exageradamente. Desde la sensatez, ayudándote a descubrirte sin halagos vacios. Casi nunca habla de él, ni le gusta ponerse como ejemplo a seguir y aún menos de virtud. Siempre encuentra la palabra apropiada para animarte sin halarte o para movilizarte sin molestarte. Te dice las cosas, pero no te las dice. Cuando hablas con él te invita sutilmente a encontrar tu mismo las respuestas. Siempre hace la pregunta apropiada que te lleva a la respuesta que tu sentías en tu interior pero que no terminaba de salir. Nunca se desentiende de tus asuntos. Si hablas un tema importante con él. Siempre que te ve, pregunta cómo va o llevas eso, esto o aquello; siempre existe esa llamada, ese mensaje o ese correo interesándose por lo que habíais hablado. Sientes que su preocupación es real y sincera sin caer en la incomodidad de sentirte controlado, pero a la vez sin sentirte ignorado. Sientes que él está ahí, pero que el protagonista siempre eres tú. Sientes su fuerza invisible pero el esfuerzo lo pones tú. Ahora que lo pienso, desde hace mucho tiempo, a ese Coach que ahora sí sabe que es Coach, lo conozco yo. (puedes leer este artículo también en: www.sercompetentes.com )

martes, 22 de mayo de 2012

Si...

Si sabes reírte de ti mismo a pesar de parecer ingenuo... Si por el camino de la vida muchas veces tienes problemas para distinguir una montaña de una piedra... Si descansas cuando crees que debes hacerlo sabiendo que puedes pasar por perezoso... Si callas y escuchas para aprender a sabiendas que puedes parecer que no tienes opinión propia... Si te tomas en serio a ti mismo solamente lo justo y necesario aún con el riesgo de parecer demasiado humilde... Si estas atento a las necesidades de los demás sin sentirte indispensable con peligro de caer en que se aprovechen de ti... Si interpretas con benevolencia las acciones de los demás dejando a un lado las apariencias aún a dar ocasión de ser tomado por crédulo... Si examinas seriamente las cosas pequeñas mientras que analizas con tranquilidad las más importantes sabiendo que puedes ser acusado de mesurado... Si sabes apreciar las sonrisas y olvidar los desaires aun a riesgo de ser tomado por inocente... Si entiendes que el miedo es libre y va por su cuenta teniendo claro que tus sueños no te los pueden robar a sabiendas que puedes ser acusado de idealista... Si sabes que cada uno interpretamos el mundo con nuestra mirada condicionando nuestra forma de ver la realidad a pesar de ser tomado por iluso... Si comprendes que para cambiar el mundo debería de empezar por cambiar tu mismo dando la impresión de cándido... Si no escatimas en el esfuerzo porque no crees en los atajos a sabiendas de que te tomaran por un utópico... Si opinas que tu integridad y tu honestidad son parte de tu mejor patrimonio personal sabiendo que te mirarán como quijote... Si sientes que la vida está compuesta de etapas de crecimiento y desarrollo con la creencia de que cada una de ellas es importante y necesita su tiempo bajo el peligro de ser tomado por un romántico... Si aspiras a tu independencia sin renunciar a compartir vivencias y proyectos con los demás aún sabiendo que te pueden tomar por soñador... Si eres paciente contigo mismo sin caer en la complacencia aún a riesgo de parecer acomodado... Si estas convencido de que la libertad de elegir nos singulariza como seres humanos cayendo en el peligro de ser tomado como un iluso... Si entiendes que los compromisos con nosotros mismos y con los demás son una de las esencias de la vida aunque te tilden de optimista... Si... Si te sientes identificado con la mayoría de estas circunstancias, bienvenido al club, no estás solo. (puedes leer este artículo también en: www.sercompetentes.com )

martes, 13 de marzo de 2012

Sobre el optimismo

Es sorprendente que a estas alturas de la humanidad, pueda estar en entredicho las bondades del optimismo. El optimismo entendido como una mirada a la vida siempre desde el aspecto favorable. La manera en que interpretamos los contratiempos, define nuestra actitud ante la vida. El optimismo es un blindaje especial contra el desanimo y la desidia. El optimista no puede caer en la resignación o en la inacción. El optimismo implica creer en el ser humano, en la buena naturaleza de las personas y por supuesto, también tener confianza en uno mismo. El optimista sonríe a pesar de las circunstancias, sin dejarse atrapar por un optimismo cándido, ni tampoco dejarse arrastrar por la euforia de un falso hiperoptimismo. El optimista es realista antes los contratiempos, asumiendo su responsabilidad de acción. La mirada del optimismo ve primero las posibilidades que las dificultades, las soluciones que las excusas o lamentos, la luz que la oscuridad... El optimista se centra en las soluciones que no en los problemas, se centra en lo que sabe que no en lo que ignora, no busca culpables centrándose en las oportunidades y las soluciones. El optimista considera el fracaso como una lección para buscar soluciones a los errores subsanables. El optimismo busca al amigo, no al enemigo. Mira hacia adelante, no hacia atrás. El optimismo es la fuerza para trabajar duro frente a la dificultad extrema. Optimismo es confianza, paciencia, tolerancia, energía, esperanza, implicación... El optimismo no se pregona, se practica. Para crecer en el optimismo, se trata de querer ser optimista. (puedes leer este artículo también en: www.sercompetentes.com )

domingo, 12 de febrero de 2012

Soñadores vocacionales

Podríamos estar de acuerdo que todos necesitamos tener sueños, contar con ilusiones para andar por la vida. Nos referimos a sueños vinculados al soñar despiertos, que no a los sueños surgidos del acto de dormir como resultado del descanso de nuestro cuerpo y nuestra mente.
En muchas ocasiones cuando nos dicen: “tú estás soñando”, es como una crítica a tener sueños; cuando los sueños, en definitiva, cambian la vida de las personas.
A veces es difícil distinguir los sueños de la realidad, aunque lo importante es convertir nuestros sueños en realidad. Vivir y soñar van de la mano: soñar es la teoría, mientras que la práctica es vivir. Vivir los propios sueños, que no los de los demás. Podemos soñar en singular, y también existen sueños compartidos. Deberíamos soñar más en plural.
Con nuestros sueños construimos un mundo ideal. Mucha realidad ha sido antes pensamiento y un sueño en nuestra mente. Sin capacidad de soñar, no existe espacio para construir nada.
No basta con soñar despiertos. Podemos caer en el error de vivir en un continuo sueño. Sin despertar a la realidad. Además, para realizar nuestros sueños, hay que estar muy despiertos.
Pero también está el error contrario: cuando se acaban los sueños. Muchos opinan: “¿para qué soñar si soy feliz con mi realidad?”. Que alguien no sueñe, no significa que los sueños no puedan existir. También puede ser una forma de renunciar a los propios sueños, negando su existencia. Es imposible que exista alguien que no haya soñado alguna vez.
Soñar es gratis. La capacidad de soñar no distingue entre ricos y pobres, ni entre niños y adultos, ni entre hombres ni mujeres. Los sueños son libres, nos envían señales. No podemos negar nuestros sueños. Soñar es optimismo, tener pesadillas es todo lo contrario. Las personas exitosas son seres soñadores
Para soñar, primero hay que creer en los sueños. Después saber soñar, y si no se aprende. Solo así lograremos ser soñadores vocacionales.
(puedes leer este artículo también en: www.sercompetentes.com )

domingo, 8 de enero de 2012

La media botella

La media botella, el Optimista la ve medio llena.
El Pesimista la ve medio vacía.
El Motivador piensa en cómo terminar de llenarla.
El Egoísta intenta beberse la mitad que queda.
El Asertivo pregunta quién se bebió lo que falta.
El Generoso busca a quién la pueda necesitar.
El Envidioso se interroga quién ha disfrutado ya de la mitad.
El Innovador analiza con qué la puede mezclar para completarla.
El Empático se relame como si la acabara de dejarla a la mitad.
El Ahorrador calcula cuanto le dudaría.
El Proactivo mira la fecha de caducidad antes de decidir.
El Prudente comprobará que está bien cerrada.
El Curioso la levantará para mirar el fondo de la botella.
El Luchador buscará otra media botella.
El Entusiasta indagará donde están las botellas llenas.
El Frustrado pensará que ha vuelto a llegar tarde.
El Acomplejado se pregunta para quién será esa mitad.
El Alegre celebrará la existencia de la botella.
El Espiritual ve todo un universo en la botella.
La media botella es siempre la misma media botella.
(puedes leer este artículo también en: www.sercompetentes.com )